Imágenes que condensan un conjunto de significados; sistemas de referencia que nos permiten interpretar lo que nos sucede, e incluso dar un sentido a lo inesperado, categorías que sirven para clasificar las circunstancias, los fenómenos y a los individuos con quienes tenemos algo que ver; teorías que permiten establecer hechos sobre ellas, pensamientos, símbolos y acciones. Por ejemplo, la palabra «rojo» activa el «schema» o «modelo mental» de rojo, esto es, toda una constelación o estructura de conceptos y experiencias asociados a rojo, diferente sin duda para cada persona, aunque con una zona de intersección entre sujetos suficiente como para hacer posible la comunicación.

María Bujalance