El dogmatismo, opuesto al escepticismo, es una escuela filosófica que “considera a la razón humana capaz de conocer la verdad, siempre que se sujete a métodos y orden en la investigación, dando por supuestas la posibilidad y la realidad del contacto entre el sujeto y el objeto”.
Dice que “los objetos de la percepción y los objetos del pensamiento nos son dados de la misma manera: directamente en su corporeidad”, y sus seguidores “suponen la capacidad cognoscitiva del hombre y suponen que la realidad de hecho existe; su preocupación es la naturaleza”
El dogmatismo puede comprenderse en tres sentidos:
• Realismo ingenuo: no solo se admite únicamente la posibilidad de conocer las cosas en su ser en sí, sino también la efectividad de este conocimiento en el trato diario y directo de las cosas.
• Confianza doctrinaria: se entiende como la confianza absoluta en una doctrina en especial.
• Ausencia de reflexión crítica: se refiere a la aceptación incondicional, sin examen alguno de los principios a los que se adhiere.
Algunos representantes: Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Heráclito, Parménides.

Lucía Espejo